Solidaridad entre pueblos

La solidaridad entre pueblos ha surgido al considerar la urgencia de necesidad de apoyo de un pueblo, que tiene una problemática muy grave de violencia y de necesidad alimentaria y sanitaria; o que sus instituciones no funcionan; o que está sufriendo de violación los derechos humanos de sus miembros o que tiene menos recursos que otro. Todas estas situaciones han generado la potenciación de la generosidad de pueblo que está mejor y que ha querido compartir en algo o en mucho su bienestar con el pueblo. que está necesitado.

En los últimos casi 60 años el pueblo alemán sea de manera directa o a través de instituciones civiles creadas para dar apoyo o de su Estado ha compartido con el pueblo peruano recursos financieros, técnicos, así como la colaboración de personas concretas que han venido a compartir la vida con poblaciones necesitadas o a reforzar el funcionamiento de las instituciones y el desarrollo de capacidades de grupos. Todo lo mencionado se ha desarrollado a partir de programas, proyectos y de asistencia técnica.

Grupos del pueblo alemán también han colaborado de manera permanente a sensibilizar a grupos interesados y a la opinión pública interesada sobre las diferentes problemáticas que ha vivido el Perú en las últimas décadas.
Todo este trabajo ha posibilitado desarrollar equipos de trabajo social y comunidades de trabajo locales, potenciar organizaciones, desarrollar liderazgos y a la vez ejecutar proyectos de desarrollo local, así como programas para un mejor diseño y perfilamiento de algunas instituciones públicas y de plataformas de sociedad civil.
Algo muy importante en que se avanzado, a partir de dichas contribuciones y la de otros pueblos con más recursos económicos que el nuestro, es que se ha logrado perfilar un liderazgo de sociedad civil local, nacional y hasta continental en algunos casos. Y que a pesar de debilidades y vaivenes producidos por determinados contextos y cambios políticos va realizando y animando un trabajo de movilización e incidencia socio-política en aras de mantener la vida democrática, la vigencia de los derechos a partir del seguimiento de las políticas públicas,el planteamiento de alternativas y la denuncia de la violación de los derechos en su sentido integral.

Quizás es tiempo de evaluar los esquemas de solidaridad y de cooperación para perfeccionarlos y tener desde las organizaciones de la sociedad civil peruana un rol más activo en su redefinición y adecuación al contexto actual y para pensar nuestro rol hacia los otros países incluyendo a lo que hemos considerado que tienen más recursos que nosotros para el apoyo pero que sin embargo también viven muchos problemas.

Pienso que hay dos cursos de acción a considerar en esa redefinición y adecuación en el contexto actual.

En primer lugar debemos empezar a visualizar de manera más cotidiana los problemas que tenemos en común y las amenazas que tenemos como humanidad integrante de un solo planeta, de una casa común. Digo de manera cotidiana pues hay ya redes de sociedad civil globales que van procesando las amenazas en curso.
Entre esos problemas tenemos el reto del cambio climático que amenaza la vida del planeta en los siguientes años. También la gran movilidad humana debida a problemas de violencia por conflictos armados, a problemas de violación de derechos por autoritarismo y la que gradualmente va dándose por los efectos del cambio climático.
Hoy además se van visualizando mucho mejor en todos los países los impactos en los derechos civiles, sociales y económicos producidas por la presencia de la gran corrupción y las economías subalternas que son reforzadas por la existencia de paraísos fiscales, offshore y tratados de comercio e inversión que hacen disminuir los controles y la regulación o simplemente las hacen desaparecer.

Por otra parte, se va identificando el avance de lo que se ha comenzado a denominar ideología neoconservadora, la que, a partir de enunciados de defensa de la vida, de la familia y de un modo de vivir determinado o cultura se empieza a desvalorizar a los que no encajan o no asumen sus enunciados considerados como únicos.
Todas las situaciones mencionadas no son problemas o retos exclusivos de los países pobres o llamados países en desarrollo, son ahora problemas y retos que tienen todos los países del mundo. Es importante hacer notar y reafirmar que todos sufrimos los impactos de las políticas neoliberales en cuanto disminución de servicios sociales y de remuneraciones, las que a la vez están interconectadas de una u otra maneras con los retos y problema antes enunciados. La globalización de las comunicaciones nos ayuda a visualizar todo lo mencionado.

En segundo lugar es importante comenzar a incidir para que fondos de los Estados de nuestros países, llamados países en desarrollo, también colaboren con programas y proyectos que ayuden a consolidar el tejido social en defensa de los derechos y la democracia.

Lo importante sería avanzar en institucionalizar como se hizo en Europa en contar fondos del Estado que se otorguen para la gestión de asociaciones que tienen la experiencia en ese trabajo y la voluntad para hacerlo o que se creen nuevas asociaciones para ello. Es ese un reto para el funcionamiento de la democracia también en que lo privado ,lo público y lo social deben convivir, interactuar y regularse.


Rómulo Torres (Director de la ONG Forum Solidaridad Perú, miembro del comité directivo de la red LATINDADD)


Vea la traducción alemana: https://www.infostelle-peru.de/deutschland-und-peru/einige-gedanken-zur-solidaritaet-zwischen-voelkern/